Cuento: El vuelo compartido de los patos
- Munco
- 1 may
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Actualizado: hace 5 días

Inspirado en la película "Temporada de Patos" de Fernando Eimbcke.
Un grupo de patos, llegado el momento, siente en el pecho un llamado.
Un susurro del viento.
No es una orden.
Es una necesidad.
Como cuando las hojas caen de los árboles o las flores abren sus pétalos.
Los patos no emigran por capricho.
Lo hacen porque hay aguas nuevas esperando, climas más cálidos, lugares donde descansar.
Pero volar tan lejos no es fácil.
El cielo es grande.
El viento, a veces, empuja con fuerza en dirección opuesta.
Pero los patos no vuelan separados.
Vuelan juntos, en forma de V.
El primero toma la delantera.
Abre el aire con sus alas, corta el viento para que los demás puedan hacer lo mismo.
No lo hace por ser el más fuerte.
Lo hice por ser el primero.
Detrás, el segundo pato aprovecha la corriente que del primero.
Y con su propio aleteo, ayuda al tercero.
El tercero, al cuarto.
El cuarto, al quinto.
Y así, uno a uno, todos se impulsan entre todos.
No hay competencia.
No hay jefes.
Solo movimiento.
Solo confianza.
Y cuando el de adelante se cansa —porque siempre llega el momento en que te cansas—,
Se pone detrás de todos, donde el aire es más suave.
Allí descansa, protegido por los demás.
El siguiente pato, sin que nadie le ordene, toma su lugar al frente.
Sin reclamo.
Solo porque es su turno.
Así avanzan,
no por la fuerza de uno solo,
sino por la constancia de todos.
Y cuando al fin llegan a aguas tranquilas,
Nadie los lleva hasta ahí.
Todos llegan juntos.
Y juntos, bajan al agua,
como una sola ola que regresa a casa.
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